Las carillas dentales son láminas delgadas, generalmente de porcelana o composite, diseñadas para adherirse a la parte frontal de los dientes.
Estas ofrecen beneficios estéticos notables, corrigiendo problemas como decoloración, desgaste, forma irregular o espacios entre los dientes.
Una de las principales ventajas de las carillas dentales es su capacidad para transformar la apariencia de la sonrisa de manera rápida y efectiva.
Proporcionan resultados instantáneos, ideal para aquellos que buscan una mejora estética sin procedimientos más invasivos.
Existen dos tipos principales de carillas dentales: las de porcelana y las de composite. Las carillas de porcelana son conocidas por su durabilidad y resistencia a las manchas, ofreciendo una apariencia natural.
Por otro lado, las carillas de composite son más económicas y se pueden colocar en una sola visita, aunque pueden ser menos duraderas que las de porcelana.
Las carillas de porcelana son extremadamente finas, alrededor de 0.5 mm de grosor, lo que las hace muy ligeras y cómodas.
Se fabrican a medida para cada paciente, proporcionando una forma y color perfectamente adaptados. Su resistencia a las manchas las convierte en una opción duradera y de bajo mantenimiento.
En contraste, las carillas de composite se aplican directamente sobre el diente y se esculpen manualmente.
Aunque son más propensas a manchas y desgaste que las de porcelana, pueden repararse fácilmente. Son una opción más económica y suelen requerir menos preparación del diente natural.
En nuestra clínica, personalizamos el tipo de carilla dental según las necesidades y preferencias de cada paciente.
Valoramos la naturalidad y la durabilidad, asegurándonos de que el resultado final sea una sonrisa hermosa y saludable.